Apenas se han consumido cuarenta y ocho horas, pero Córdoba ya forma parte de la historia. Bàsquet Inca ha pasado página y prepara el futuro. El nombre de Paco Olmos parece jugar un papel fundamental en el nuevo tratado de intenciones que proyecta el club mallorquín y el primer asunto que intentará zanjar la ejecutiva es la continuidad de su actual máximo responsable técnico. Sobre el valenciano girará gran parte del nuevo proyecto, entre otras cosas, porque la directiva tiene la intención de otorgarle máximo poder en materia de fichajes.
«Es cierto que todos estamos algo decepcionados por no haber superado la elimintoria ante el Cajasur, pero el balance de la temporada no debe ceñirse sólo a lo que ha ocurrido en en el playoff. El equipo ha generado grandes expectativas durante la primera vuelta, ha alcanzado las semifinales de Copa y se ha visto un buen baloncesto después de dos años repletos de decepciones», valoró el presidente Sebastià Penya. «Bajo esta perspectiva es evidente que estamos plenamente satisfechos con el trabajo del entrenador, tanto en el plano profesional como en el humano y es lógico que queramos renovarlo. De todas formas, en cualquier negociación de este tipo intervienen dos partes y hay que ponerse de acuerdo. Está claro "añadió Penya" que hay jugadores que nos interesan para la próxima temporada, pero debemos ir paso a paso. Sería absurdo renovar a hora a dos jugadores sin tener en cuenta el criterio del entrenador».