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RCE Mallorca B

El filial empata ante el Ontinyent y se complica el ingreso en la fase de ascenso

Los goles de Güiza no le bastaron al conjunto balear

3 ONTINYENT: López (2), Quevedo (1), Argüello (1), Àngel (2), Richi (2), Lima (3), Sergio (1), Barselleta (1), Víctor (2), Revert (1), Raúl (1).
Cambios: Soriano (0) por Raúl y Willy (0) por Víctor.
3 MALLORCA B: Miki (2), Cordero (1), Rubiales (1), Raúl Valencia (2), Àlvaro Cámara (2), Romerito (1), Àlvaro Novo (2), Carlos (1), Güiza (3), Buades (2), Jesús (2).
Cambios: Chando (1) por Jesús, Albert Riera (1) por Carlos y Viale (1) por Àlvaro Cámara.
ÀRBITRO: Hevia Obras (Colegio madrileño). Amarillas a los locales Quevedo, Barselleta y Willy. Por el Mallorca fueron amonestados Miki, Rubiales, Raúl Valencia, Güiza y el entrenador Juan Ramón López.
GOLES:
Minuto 20, Güiza, 0-1.
Minuto 33, Lima, 1-1.
Minuto 56, Lima, 2-1.
Minuto 89, Alvaro Novo, 2-2.
Minuto 92, Güiza, 2-3.
Minuto 94, Argüello, 3-3.
LO MEJOR: La reacción del filial
LO PEOR: El gol de Argüello en tiempo de descuento

VICENT GANDIA
El Mallorca B se complicó el acceso a la liguilla de ascenso a Segunda División tras el solitario punto arrancado en Ontinyent ante un rival que se hunde matemáticamente en la Tercera. El partido fue jugado de poder a poder, con más corazón que cabeza en ambos bandos y con cinco minutos finales en los que llegaron tres goles que incluso podrían haber significado la victoria para un once balear que hasta un minuto para el final iba por detrás en el marcador.

La tensión y la importancia de los puntos marcaron ya a priori un partido en el que ambos onces se jugaban las expectativas de toda una temporada. Mientras los valencianos querían evitar el sino del descenso, el cuadro de López debía vencer para mantener intactas sus posibilidades de seguir soñando con el ascenso. Pero el empate final fue el peor resultado posible para todos. Unos, los locales, deberán disputar la Tercera División la temporada próxima, mientras los bermellones ven alejarse una liguilla que se pone más y más difícil cuando ya sólo quedan tres puntos por disputar.

El encuentro se iniciaba con una media hora de poco juego, demasiada especulación y escaso riesgo en ambas áreas. Güiza, cómo no, había conseguido adelantar a los baleares en el marcador, pero en una acción a balón parado Lima conseguía establecer el empate que iba a ser el que iniciara el segundo período. La presión supuso el segundo tanto de un Ontinyent que se adelantaba en el marcador. Se tuvo que esperar hasta un minuto antes del tiempo reglamentario para poder ver el gol de la igualada. Un gol que abría el camino a cinco minutos de locura total.

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