Fernando Vázquez, al término del encuentro, elogió el trabajo de sus jugadores «en un partido que era muy difícil y complicado anímicamente para los dos equipos, ya que parecía que el entorno estaba más fuera de él que dentro, pero sólo había que esperar el primer gol». «Mi equipo está bien y es importante seguir así y terminar muy bien la temporada, pero ya no hay tiempo para alcanzar objetivos más importantes y es como si la Liga se nos hubiera quedado corta», recalcó Vázquez sobre la actual racha positiva del Mallorca, que lleva cinco partidos invicto, con cuatro victorias y un empate.
El técnico balear indicó que hizo debutar en Primera al defensa Paco Sanz como «premio a su comportamiento y a su trabajo». Juan Carlos Àlvarez, técnico del Sevilla, reconoció el mal partido de su equipo, aunque aclaró que sus jugadores sí lo intentaron, pero que muy pronto se vieron «muy mermados tras la expulsión de Nando, que afectó aún más a nuestro estado anímico».
«Está claro que cuando un equipo está ya descendido no juega con la misma intensidad y mantener las ilusiones es difícil», comentó el asturiano, quien reiteró que optó por dar minutos y ver a jugadores que no son habituales «porque se trabaja ya para el futuro». Juan Carlos recalcó que en la segunda parte hizo cambios para «intentar dar otra alegría al equipo» y lamentó el hecho de que se quedaran con nueve, tras lesionarse Àngel y estar agotadas las sustituciones, «pues eso te trastoca todo».