ENVIADO ESPECIAL A BARCELONA
Miquel Àngel Nadal ha vivido una de las experiencias más difíciles
y complicadas en su carrera profesional. El neumotórax que sufrió
en el pulmón derecho le mantendrá por espacio de un mes alejado de
los terrenos de juego y, en caso de regresar a la Isla en los
próximos días, tiene que hacerlo en barco, ya que no es
recomendable que, debido a la presión, lo haga en avión.
El futbolista atendió ayer a Ultima Hora en la habitación de la Policlínica Asepeyo de Sant Cugat donde permanece ingresado y habló con profundidad de su lesión y de lo que vivió a raíz de dejar el terreno de juego.
"¿Cómo se desarrollaron los
acontecimientos?
"En el calentamiento estaba bien pero cuando volvimos a salir al
campo para jugar el dolor empezó a se fuerte. Se lo comenté a
Miquel Soler, que tiene más experiencia y me dijo que entrando más
en calor esto desaparecería pero no fue así y el dolor me impedía
respirar y no me quedó más remedio que dejar el campo.
"¿Esta lesión se la produjo en Valencia?
"Fue en una jugada con Djukic. Sufrí un encontronazo con él y me
produjo una fisura en la costilla. Esto fue al final del primer
tiempo, luego empezó el segundo y sentía dolor pero al estar en
caliente pude continuar. Frente al Espanyol jugué infiltrado y el
domingo también me infiltré pero nada más empezar sufrí este
neumotórax y no podía respirar. En esos momentos uno piensa lo
peor, creía que me daba un infarto, no sabía qué pensar. Era un
dolor muy fuerte y no me quedó más remedio que pedir el cambio.
"Si arrastraba molestias, ¿porqué jugó?
"Ante el Espanyol jugué todo el partido y cuando terminé estaba
enfadado conmigo mismo. Me costó terminar pero en esos momentos son
cosas que no piensas, no saber en cierta manera dónde está la
medida de poder seguir en el campo o abandonar. Piensas que si cada
vez que tienes dolor hay que dejarlo, quedarían dos jugadores en el
campo.
"Dejó el campo y se metió en el vestuario, luego vino la
ambulancia y terminó usted en la UVI.
"Como he dicho al empezar no podía respirar y con el esfuerzo el
dolor se acentuaba más. Soler lo sabía y Siviero se dio cuenta
también de ello. Al entrar en el vestuario me costó incluso
desvestirme. Llegó la ambulancia y a medida que nos acercábamos a
la clínica, no sé si por el miedo o la impresión, me iba
recuperando. Creí sinceramente que no haría falta que me ingresaran
pero no fue así.
"¿Cómo le trataron en la clínica?
"Muy bien. Un especialista me observó y tras realizarme una
radiografía lo más conveniente era meterme en la UVI y retirar el
aire que había entrado. Vi la radiografía y me percaté de que era
una cosa un poco seria. Ahora ya en la habitación me encuentro
mucho mejor pero pasé momentos realmente muy malos.
"¿Y ahora cuándo prevé que pueda volver a
jugar?
"Veremos cuál es la evolución. En principio si todo va bien el
miércoles podré abandonar la clínica pero por ahora no puedo volar
debido a la presión.
"¿Pudo seguir el partido en la UVI?
"Me daban el resultado y estaba preocupado por si nos remontaban y
por mi situación.