Las semifinales de la Copa del Rey, cuyos partidos de ida se disputarán mañana en el Santiago Bernabéu y el Vicente Calderón, se abren un hueco en el frenético calendario para los cuatro contendientes, Real Madrid, Espanyol, Atlético de Madrid y Barcelona, que deberán cambiar el «chip» y olvidarse de los apuros y aspiraciones ligueras y continentales.
Los encuentros Real Madrid-Espanyol y Atlético de Madrid-Barcelona son sendos duelos madrileño-barceloneses que llega para casi todos en un momento delicado de la temporada, con las mentes puestas en la Liga y en la Liga de Campeones para madridistas y barcelonistas y en la salvación para los atléticos. Los espanyolistas son, actualmente, los que pueden actuar más concentrados.
El Espanyol, que tras una buena racha ha olvidado penurias clasificatorias e incluso puede pensar en acceder a la Copa de la UEFA, se presenta en el Santiago Bernabéu dispuesto a aprovechar las deficiencias del equipo de Vicente del Bosque y su muchas bajas poder llegar a la final el año de su Centenario.
En la otra semifinal, el Atlético de Madrid intentará olvidar durante 90 minutos su dramática situación liguera para recibir a un Barcelona que acude «tocado» tras una semana negra en la que perdió contra el Chelsea en la Liga de Campeones (3-1) y frente al Mallorca (0-3) en la Liga.