En un partido marcado por la muerte de dos aficionados ingleses la víspera, el Galatasaray se impuso al Leeds, gracias a los dos goles marcados en la primera mitad, y se acerca a su objetivo de convertirse en el primer equipo turco que alcanza una final continental. Bajo el signo de la tragedia, marcados por una noche ensangrentada, que acabó con la vida de Kevin Speight y Christopher Loftus, y dio con otros cinco aficionados en el hospital, el Leeds no pudo quebrar su mala racha, la que le ha llevado a perder cuatro encuentros consecutivos.
En el Ali Sami Yen, el «infierno», como lo denominan los aficionados turcos, el conjunto del irlandés David O'Leary sucumbió a la presión y al recuerdo de lo acontecido la víspera.
Guiado por el rumano Gheorghe Hagi, el Galatasaray se adelantó en el minuto 12, con un gol de cabeza de Hakan Sukur y sentenció antes del descanso, con un tanto del brasileño Marcos Capone, que aprovechó un balón muerto en el área inglesa. EL Leeds trató de reaccionar tras el descanso, pero el Galatasaray ya sabía cómo aprovechar la euforia transmitida desde las gradas. Preservó el área del brasileño Claudio Taffarel y mantuvo un resultado con el que soñar.
Mucha más abierta está la otra semifinal, ya que el Arsenal inglés sólo pudo vencer por 1-0 al Lens francés en un partido muy igualado y donde el gol del conjunto local llegó en el minuto dos de partido por mediación de Denis Bergkamp. Los partidos de vuelta se disputan el día 20.