El filial otea el playoff y su salida a tierras murcianas no debe enturbiar en exceso la visibilidad. Mallorca B topará esta tarde -16.15 horas- con otro equipo en ruinas e instalado en la crisis: el Lorca. El conjunto murciano -penúltimo con 25 puntos- desprende un desagradable olor a cadaver y se perfila como un rival propicio para que los baleares tomen impulso.
Al margen de los números y las hojas de servicios que han rubricado uno y otro equipo, el Lorca se ha quedado sin entrenador. Juan Pedro Ruiz -que asumió la dirección del equipo tras la destitución de Juan Martinez Madrigal- ha presentado la dimisión y Santos Márquez, dueño del club, la ha aceptado. La disputa del partido de rivalidad regional que el Lorca perdió el pasado domingo por 1-3 contra el Cartagonova en el campo San Jose de la ciudad lorquina ha sido el detonante.
Con ese resultado, el equipo blanquiazul ha pasado a ocupar la décimo novena y penúltima posición en la tabla clasificatoria, con veinticinco puntos, a uno del puesto de promoción por la permanencia y a tres de la salvación directa. Ruiz volverá a desempeñar la función de secretario técnico y será Benigno Sánchez, entrenador del equipo filial, quien, por el momento, se haga cargo de la dirección del equipo.