EFE - BRASIL
El Real Madrid afronta esta noche ante el Corinthians su partido
decisivo, el que dictaminará con antelación uno de los dos
finalistas de la I edición del Mundial de clubes, y que por fin
servirá para ver un auténtico duelo, con pasión y emoción en la
fiesta que se prepara en el estadio Morumbi. Real Madrid y
Corintians conviven juntos. Se alojan en el mismo hotel. Los
jugadores han tenido ocasión de cruzarse por los pasillos. El
colombiano Freddy Rincón pudo saludar a alguno "Sanchís, Redondo,
Hierro, Raúl", de su época.
El Corinthians juega en casa. No en su campo, pero sí en su
ciudad. Roberto Carlos tendrá el morbo de saber que será insultado
durante los 90 minutos.
Hoy sí comienza el Mundial. La primera jornada fue deplorable. Los
globos de colores de la austera inauguración subían al cielo sin
público en la grada. Parecía un torneo de barrio. Sin artistas
invitados, nadie diría que un Mundial de fútbol iba a comenzar. Y
es que en Brasil, el Real Madrid es uno más. En cambio, el
Corinthians, con el Madrid de rival, despierta el apoyo de los casi
59.000 aficionados que seguro llenarán prácticamente las tribunas.
Eso si deja de llover. En pleno verano, los jugadores del Madrid no
han visto apenas el sol desde que aterrizaron el día 2 de enero.
Los madridistas tuvieron la mañana libre. Algunos como Karembeu
aprovecharon para examinar las obras pictóricas que se exhiben en
el hotel Sheraton, ver los catálogos, y comprar alguna.