Al menos de momento, lo único que ha ganado el Real Mallorca en el caso Burgos es tiempo. El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol decidirá finalmente hoy viernes si sanciona al guardameta del Real Mallorca Germán Burgos, tras enviar al Espanyol las alegaciones presentadas por el club bermellón.
Según fuentes del citado organismo, Competición quiere escuchar la versión del otro protagonista del incidente, el delantero Manolo Serrano, antes de adoptar algún tipo de resolución. Hasta la fecha, el organismo que vela por el cumplimiento de la normativa dispone de un vídeo remitido por el RCD Espanyol, en el que se demuestra claramente la agresión del guardameta argentino a Serrano momentos antes del lanzamiento de un córner. Sin embargo, Competición no estimó ayer suficiente el vídeo y quiere escuchar al delantero, una vez recibidas las alegaciones presentadas por el Real Mallorca. El club bermellón esgrime en defensa de Burgos que Serrano insultó y ofendió gravemente a la madre del portero argentino.
En concreto, y tal y como adelantó ayer este periódico, Burgos notificó al Real Mallorca que Serrano le llamó «puto sudaca» y le provocó con la frase «me follo a tu madre». Después del incidente, el cancerbero bermellón guardó un escrupuloso silencio y no quiso desvelar ante los medios de comunicación lo que, siempre según su versión, provocó que perdiera los nervios. Burgos calló ante los micrófonos, pero no en los despachos del Real Mallorca. Cuando el club bermellón escuchó al portero, envió las alegaciones a Competición.