Félix Herraiz no tendrá recambio, al menos a corto plazo. La gestora del Bàsquet Inca ha descartado la posibilidad de incorporar a un nuevo jugador interior para suplir la vacante dejada por el júnior de oro aferrándose a sus limitaciones presupuestarias, aunque esta decisión ha generado cierta contrariedad entre el cuerpo técnico del plantel profesional. Paco Olmos estima prioritaria la llegada de un nuevo cinco, básicamente para mantener la calidad de los entrenamientos y también para adquirir equilibrio en una posición con evidentes lagunas y también con pocas posibilidades de rotación. Herraiz contaba con la confianza absoluta del entrenador. De hecho, estaba llamado a convertirse en una pieza importante en el dibujo del Inca, pero su decisión de eludir el quirófano para reparar el menico externo de su rodilla derecha y seguir un tratamiento conservador que prolongará su periodo de inactividad han agotado su ciclo.
El club no cierra las puertas a la contratación de otro pívot, pero su planteamiento tampoco contempla un fichaje inmediato, más bien todo lo contrario. «Ahora mismo no podemos plantearnos ningún fichaje de calidad porque nuestra economía no nos lo permite. Debemos concedernos un plazo y a mediados de la segunda vuelta estudiar de nuevo las opciones», argumentó el presidente Sebastià Penya. El mandatario añadió entender la postura del cuerpo técnico. «Los entrenadores siempre quieren lo mejor y su petición es totalmente lógica, pero también es lógico que el club quiera ceñirse a un presupuesto porque si iniciamos una gestión temeraria puede ocurrirnos lo que a otros clubes y el año que viene quedarnos sin baloncesto».