ENVIADOS ESPECIALES A TEPLICE (REPÚBLICA CHECA)
Aquí no hay más síndrome que el de la necesidad de ganar. La plantilla bermellona llegó a Teplice habiéndose dejado en Palma el amargo sabor de su estancia en la Liga española. Esto es Europa y el Mallorca aspira a recuperar el talante ganador que le llevó a la final de la Recopa. «Sólo nos vale ganar y no esperaremos al partido de vuelta para sentenciar la eliminatoria. El Teplice es un rival incómodo y tenemos que imponernos en su propio campo», señaló ayer un Jovan Stankovic cansado de que ese aroma a sospecha que empieza a despedir la plantilla bermellona. El sentimiento de superioridad es unánime en todo el grupo, pero especialmente entre los veteranos, que saben muy bien hasta dónde puede llegar el potencial que atesora este equipo. Para el defensa Xabier Olaizola, no hay más secreto que sacar la garra y el corazón en el que se cimentó el prestigio del Mallorca la pasada temporada. «Jugando como sabemos podemos llegar muy lejos. Es un problema de convicción. Ha llegado el momento de demostrar que somos un equipo combativo y humilde, pero con la calidad necesaria para aspirar a todo», indicaba ayer el zaguero, que como todos sus compañeros considera clave obtener un buen resultado en el campo del Teplice.
En similares términos se expresó Gustavo Leonel Siviero. El central argentino hace de la Liga y de la UEFA compartimentos estancos para afirmar: «No podemos trasladar los problemas que estamos teniendo en España a una competición continental. La UEFA nos brinda la oportunidad de volver a empezar. Lo único que tenemos que tener en cuenta de la Liga son los errores que hemos cometido para no repetirlos en un encuentro de esta importancia. Vamos con una mentalidad ganadora y no creo que la posición que ocupa el equipo en la Liga española nos vaya a influir mañana (hoy para el lector) en absoluto. Tenemos que demostrar que somos superiores».