La IX Pujada Bunyola-Orient, III Memorial Tolo Bibiloni, organizada por la escudería Evolución, vivió una de sus mejores etapas en lo que a participación se refiere. A la gran cantidad de equipos inscritos se unió la fabulosa respuesta de los aficionados que acudieron hasta la localidad de la Serra de Tramuntana para presenciar in situ las evoluciones de los 74 pilotos.
En el plano deportivo, y como ya les avanzábamos el viernes, la clasificación fue totalmente distinta que de costumbre. Esta subida, valedera para el campeonato de Balears de montaña, confirmó la superioridad de los vehículos de menores dimensiones, que fueron los más favorecidos por el trazado ratonero.
Como viene siendo habitual en esta prueba, las jornadas de entrenos oficiales llevadas a cabo el sábado y domingo no servían de referencia fiable aunque dejaban entrever el desenlace final, no sin algunas sorpresas.
Al fin los fórmulas no eran protagonistas absolutos. En un principio Toni Roca, con el fórmula de Beach Auto, Gaby Grau y su Merlin Hiper Mueble o Toni Bauzá con su fórmula Shogun parecía que se repartirían las tres posiciones de privilegio, pero una rotura de palier del primero y una irregular carrera del tercero, auparon a Grau hasta lo más alto del cajón.
Mientras, en carrozados, se vivía una lucha feroz. Galiana, impotente, tuvo que conformarse con la octava plaza general, ganando el grupo A2. Tolo Vallespir y Guillem Alou mantuvieron con Nadal una batalla particular, de la que el primero supo sacar provecho, al lograr la séptima plaza scratch.