Bàsquet Inca quiere más. El grupo de Olmos se desplaza esta noche a Córdoba convencido de que puede prolongar su rastro ganador y mantener el liderato de la Liga LEB. Ese es el objetivo. Cajasur, su rival del viernes "21.00 horas" no asusta. Predestinado a moverse por la parte baja de la clasificación por una simple cuestión de plantilla, una distancia considerable separa en la actualidad a los dos equipos que se cruzarán en el pabellón Vista Alegre. Bàsquet Inca es mejor equipo en cualquier comparación individual o colectiva y bajo este criterio el pronóstico es visitante.
De hecho, Joe Alonso y Carlos Braña son los únicos nombres que llaman la atención en un Cajasur armado con jugadores casi anónimos en categoría de plata. El cuadro andaluz ha mostrado cierta facilidad de cara al aro contrario "es el segundo equipo de la LEB que más puntos anota", pero no hay equilibrio. Su defensa es excesivamente blanda y vulnerable. Pese a este cúmulo de circunstancias, Olmos rehuye de cualquier favoritismo. «Respetamos muchísimo al contrario y quien piense que esto será un paseo se aleja mucho de la realidad», advirtió el técnico mallorquín.
La recuperación de Gonzalo Fernández, que se une a la conocida de Israel Pampín, permitirá a Olmos, por primera vez, afrontar el partido con la totalidad de sus efectivos. El Inca quiere hacer valer su condición de mejor defensor de la categoría y sumar su cuarta victoria consecutiva en una pista en la que nunca ha sumado nada positivo "tres derrotas en tres enfrentamientos. La historia delata que Córdoba es un enclave adverso, aunque el presente y los antecedentes más recientes invitan a pensar en un cambio de papeles.
Jeff Chambers, un jugador fundamental en el dibujo de Olmos, dió el susto durante la sesión de entrenamiento de ayer. Dolencias en la espalda le obligaron a retirarse a vestuarios antes de tiempo, aunque los doctores del club han descartado cualquier lesión grave y todo a punta a que esta mañana podrá trabajar con normalidad.