El Atlètic Balears quiere entrar en las aulas. El histórico club de la Vía de Cintura se encuentra a la espera de que se nombre al nuevo responsable del área de instalaciones de la UIB (Universitat de les Illes Balears) para sellar de forma definitiva un acuerdo por el cual la entidad de Ciutat explotará el complejo y el material deportivo del campus.
Las negociaciones entre dirigentes de la Universitat y directivos del Atlètic Balears ya están cerradas y ambas partes han dado conformidad al proyecto: «estamos contentos y a la espera de que se nombre al nuevo responsable para finiquitar el acuerdo», señalaba ayer un satisfecho Miguel Angel Gómez, presidente del club blanquiazul. La UIB cuenta actualmente con un terreno de juego de hierba artificial y que actualmente no tiene luz porque los focos fueron utilizados con motivo de la Universiada en otras instalaciones. «Queremos potenciar el club en todos los ámbitos y vamos a intentar captar socios entre los estudiantes de la Universitat. Nos estamos moviendo para dar a conocer la entidad y para buscar apoyos y, pese a que algunas puertas se nos han cerrado, estamos satisfechos de ver como la UIB quiere contar con nosotros».
El club tiene previsto (siempre y cuando el acuerdo cicatrice) utilizar el campo de hierba sintética para realizar diversos entrenamientos a lo largo de la semana e incluso para disputar algún partido de carácter amistoso. El fútbol base blanquiazul también utiliza el terreno de juego de Son Gotleu.
Isern y Quetglas, en breve
Miquel Crespí podrá contar en un plazo de quince días con dos
nuevos elementos para su zaga. Sebastià Isern y David Quetglas, que
se encontraban lesionados por diversos motivos, se ejercitan con
precaución al margen de sus compañeros y podrían regresar al equipo
en el partido ante el Pollença, coincidiendo con la vuelta del
equipo al Estadi Balear. Igualmente, el conjunto blanquiazul
recuperará al experimentado portero Miguel Angel Calleja, que sigue
sin poder jugar ya que su ficha se utilizó la temporada pasada (en
la que se lesionó) por otro jugador. Así, debía cumplirse un plazo
de seis meses para que el futbolista volviera a los terrenos de
juego.