Era una jornada propicia para los rodadores o para disputar una victoria al esprint, pero al final fueron los primeros los que se llevaron el «gato al agua», aunque Eleuterio Anguita lo intentó nuevamente para conseguir la primera victoria de su equipo, el Fuenlabrada, para dedicarla a su compañero fallecido Manuel Sanromá, pero no lo pudo conseguir ya que eran muchos los equipos interesados en meter hombres en una escapada para conseguir una victoria de etapa.
Anguita estuvo muy atento a los constantes movimientos que se produjeron en cabeza de carrera durante el primer tercio de la carrera y aunque el francés Jacky Durand y el ucraniano Serguei Outschakov fueron los primeros en saltar, el «Lute» no se lo pensó dos veces para demarrar junto a Casagranda y Roscioli para dar caza a los escapados.
Cuando lo consiguieron, el entendimiento entre todos ellos fue total y Anguita ya debía frotarse las manos pensando en la posibilidad de protagonizar uno de esos esprint largos que a él tanto le gustan, pero se vio sorprendido por el tirón que el ucraniano y Roscioli protagonizaron a menos de treinta kilómetros de la llegada.
Ambos tiraron con fuerza y el ciclista madrileño no reaccionó a tiempo. Para cuando lo hizo, ni Durand ni Casagranda tenían mucho interés por darle relevos y se la neutralización fue ya imposible.