Javier Castillejo pasó a la historia del boxeo español al retener por segunda vez el título de campeón mundial del peso superwelter, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al derrotar por K.O. técnico en el séptimo asalto al aspirante sueco Paolo Roberto en el Pabellón Europa de Leganés (Madrid). El madrileño se convirtió en el mejor púgil español de la historia, ya que antes nadie había logrado tres títulos mundiales, desbancando al mítico hispano cubano José Legrá, dos veces rey mundial del peso pluma y Pedro Fernández, otras dos en el superligero.
Tras un primer asalto de estudio en el que Castillejo, a pesar de su mayor altura y envergadura, cedió la iniciativa a su oponente, el español ganó claramente el segundo, en el que colocó varios golpes nítidos en el rostro del aspirante, quien no supo aprovechar tácticamente su condición de zurdo. En el tercero se igualaron las fuerzas, con Roberto temeroso de sacar su mano izquierda, su principal arma para complicar al español. Castillejo se reservó para arrasar de nuevo en el cuarto asalto, donde tuvo al aspirante a punto de besar la lona por primera vez. El título tenía toda la pinta de quedarse en Madrid.
Tras un quinto «round» de transición, el aspirante fue tremendamente castigado por el campeón, con varias series de golpes que hicieron aparecer la sangre en el rostro del sueco. El árbitro no quiso parar el combate con Roberto en seria dificultad. Esto dio paso al desenlace en el séptimo y último asalto de la noche. Castillejo salió como indica su apodo, como un «Lince», y volvió a machacar a un aspirante que no demostró en ningún momento talento, movilidad ni pegada. El juez, ahora sí, paró el combate por KO.