El antológico batacazo en la antesala de la Liga de Campeones a manos de un grupo de armarios noruegos y la kafkiana derrota en tiempo de descuento ante el Real Madrid han instalado demasiado pronto el desasosiego en el Real Mallorca, que hoy afronta su primer desplazamiento de Liga en el mismo césped donde en junio de 1997 firmó su ingreso en la Primera División.
Aquel gol de Carlos a pase de Stankovic es ahora simplemente un grato recuerdo pero a este grupo, tocado en el ánimo y en el orgullo hasta autoproclamarse «boludo», cualquier buena sensación sirve para levantar la cabeza e interrumpir ese proceso de momificación en que está inmerso desde que comenzó la temporada. Empecinado en girar un destino que amenaza su propio puesto en el banquillo, Mario Gómez ha decidido pasar a la acción. La ausencia del punta argentino se completa con las de Jovan Stankovic "circunstancia que se traducirá en una oportunidad para Lluís Carreras" y de Germán Burgos, que ayer descartó, visiblemente malhumorado, su participación no sólo en el encuentro de hoy, sino en el compromiso de la selección argentina ante Brasil.
Con su acostumbrada transparencia a la hora de comunicar el once titular del encuentro, Gómez adelantó sin reparos el inédito once titular que alineará hoy domingo ante el equipo de Juande Ramos: Leo Franco en la portería, el cuarteto habitual de zagueros (Olaizola, Siviero, Niño y Miquel Soler), un centro del campo formado por Lauren y Carreras en los flancos, con Engonga como pivote y Djokaj en la media punta; y por último Carlos Domínguez e Ibagaza en la punta. Puestos a revelar, Gómez admitió que una de sus dudas era colocar a Ibagaza o a Gabrich como acompañante del de Mairena.