Niurka Montalvo se convirtió en la primera española campeona del mundo y junto con la italiana Fiona May relegaron al tercer puesto en la final de longitud a la estadounidense Marion Jones, que ambicionaba cuatro medallas de oro en los Mundiales de Sevilla y no podrá ya ver cumplidos sus sueños.
Montalvo, nacida en La Habana hace 31 años, volvió a poner de manifiesto su destreza para extraer lo mejor de sus reservas en el último intento. Ayer, con un salto de 7'06 que mejora en tres centímetros su propio récord de España, adelantó a Fiona May en la clasificación.
El vídeo transmitió a los espectadores la imagen de la zapatilla de Niurka Montalvo al límite del nulo en su salto ganador, pero el juez de batida no puso objeciones, aún cuando la delegación italiana ha presentado una reclamación.
Los 37.000 espectadores presentes en el estadio de La Cartuja guardaron un silencio sepulcral cuando Fiona May se colocó en la cabecera del pasillo de saltos para ejecutar su sexto y último intento. La italiana, de raza negra como las tres medallistas, aterrizó a 6'87 de la tabla. El título quedaba en España.
Montalvo devolvió la derrota a Fiona May, que en los Mundiales de Gotemburgo'95 obtuvo el título mundial por delante de la entonces cubana, aun cuando ésta se dio por satisfecha tras haber pasado en el último salto del séptimo al segundo lugar de las finalistas.
May y Montalvo, dos trotamundos del atletismo, lograron sus medallas con nacionalidades distintas a las de su origen. La primera fue británica y la segunda aún tiene el récord cubano de salto de longitud con 6'89 metros.