Las montañas de los Alpes pasan a un primer plano en las próxima etapas del Tour 99, con los finales de la estación italiana de Sestriere y la francesa de Alpe D'Huez. Dos jornadas que deben ordenar definitivamente la clasificación del Tour 99 y elegir a los favoritos para el podio final, pues reúnen la dureza más que suficiente para ser, una vez más, decisivas.
Los Alpes son uno de los puntos vitales del Tour, aunque no tan decisivos como los Pirineos, pues los puertos son interminables, en algunas ocasiones con más de treinta kilómetros de subida, altitudes que superan los 2.500 metros, paisajes desérticos y nieves perpetuas.
Como en otras ocasiones, a partir de los próximos días, los Télégraphe, Galibier, Cruz de Hierro y Alpe D'Huez volverán a ser un infierno para muchos corredores y de nuevo el escenario de la epopeya. Reúnen todos los ingredientes para ello y no hace mucho varios corredores, por esa dureza, llamaron asesinos a los organizadores.