Lituania, la mejor selección del Europeo´99 y la que cuenta con el jugador más desequilibrante de la competición, el zar Arvidas Sabonis, separa a España de su primera oportunidad para conseguir uno de los seis billetes olímpicos hacia Sydney'2000 que la fase final de este exigente campeonato continental va a poner en juego.
La derrota ante Eslovenia en la primera fase, la mala imagen ofrecida contra Francia y Yugoslavia en la segunda, y la angustia que el lunes por la noche pasó el equipo español hasta clasificarse para los cuartos gracias a la victoria francesa sobre los eslovenos, son agua pasada.
Lolo Sáinz y sus hombres ya disponen de una plaza confirmada en el Europeo de Turquía'2001, han dejado atrás todo lo bueno y todo lo malo que hubo en Clermont Ferrand y en Pau, y parten otra vez de cero, aunque lo hacen frente al rival más temible de los que podían caerle en suerte.
El jueves, a eso de las diez y cuarto de la noche, España, la única de los ocho selecciones supervivientes que ha estado presente en la fase final de los últimos diez Europeos, puede tener el pasaporte para Sydney'2000 en el bolsillo y, si eso ocurre, también el pase a semifinales y la ocasión de luchar por las medallas en el campeonato francés, objetivos que ya son inalcanzables para equipos como Grecia, cuarto en el Mundial'98 y en Atlanta'96, o Croacia, que se han quedado por el camino antes de llegar a París.
Para lograrlo España necesita superar a Lituania, que nunca ha ganado al combinado español en competición oficial, pero cuyo potencial deslumbra sobre el terreno y en las estadísticas. Por eso, el encuentro ante los bálticos, que comenzará a las 20.45 horas en el polideportivo Bercy de la capital francesa, representa el salto de calidad que el baloncesto nacional busca desde la plata olímpica del 84.