La contratación de José Luis Oliete Terraz es cuestión de días. El técnico aragonés está dispuesto a asumir el reto de construir un Bàsquet Inca ganador y sólo falta que la plana mayor del club ratifique el principio de acuerdo alcanzado en el transcurso del almuerzo que mantuvieron en un reservado del Foro de Mallorca el presidente Joan Rubert, el vicepresidente Pere Soler, el director deportivo Joan Mateu Canyellas y el propio Oliete. «Está claro que es el entrenador que queremos para la próxima temporada; creo que las cosas van por el buen camino y ahora falta que el resto de la directiva de luz verde», subrayó Rubert al término del cónclave. El mensaje del máximo mandatario fue concluyente y la junta del próximo martes se antoja como un mero trámite que no hará otra cosa que otorgar oficialidad a un fichaje que no genera debate alguno.
En el seno del Básquet Inca existe unaminidad absoluta a la hora de señalar a Oliete como el entrenador idóneo para abrir un nuevo ciclo y romper con un pasado escrito desde el sótano. De hecho, la apertura de las negociaciones con el aragonés ha generado una reacción insospechada en todo el entorno de la entidad y en Inca sólo se habla de Oliete. «La primera impresión ha sido extraordinaria, muy positiva, aunque creo que es pronto para precipitar los acontecimientos y también hay que escuchar al resto de la directiva», comentó el vicepresidente Pere Soler.
En los últimos dos años, Oliete ha entrenado al Menorca Bàsquet. En Maó, José Luis Oliete es considerado como el principal artífice del espectacular crecimiento del club. De hecho, una facción importante de la masa social del club sigue sin dar crédito a la marcha del entrenador protagonista de la época más brillante. La directiva del Menorca ha intentado reaccionar con habilidad y ha cerrado con rapidez la contratación de Pedro Martínez, pero el golpe de efecto que ha buscado puede perder parte de su influjo si Oliete rubrica su vinculación con el Bàsquet Inca. Las razones son obvias. Pese a tener contrato en vigor, la cúpula regente del Menorca ha sido incapaz de retener a José Luis Oliete, quien siempre ha argumentado «cansancio y el final de una etapa» a la hora de justificar su marcha del Menorca Bàsquet.