El presidente ejecutivo de la Universiada, Fernando Giménez, expresó ayer su confianza en que no vengan a Palma todos los participantes que hasta el momento han cursado preinscripciones (casi 6.800 entre deportistas y oficiales) pero admtió que, en caso contrario, la organización se encontraría con un serio problema de alojamiento. «Es cierto que Palma 99 va camino de romper récords porque, según nuestras previsiones, habrá mil personas más que en la Universiada de Fukuoka. Estamos tranquilos porque la FISU nos ha advertido de que el número real es inferior aunque, si vienen todos, lógicamente tendremos que buscar soluciones», señaló Giménez al término de la comisión ejecutiva celebrada ayer. La Fundación Juegos Mundiales Universitarios cuenta con seis mil plazas para participantes en virtud del contrato firmado con la cadena Sol pero maneja unas inquietantes cifras que apuntan a la sobreocupación ya que, a día de ayer, había ochocientos participantes más que camas disponibles. La Universiada espera que la mayor parte de los países con representación en los Juegos reduzca sus delegaciones a fin de abaratar costes (el precio por deportista y día es de cuarenta y cinco dólares). El plazo para las inscripciones definitivas finaliza el 15 de junio, por lo que la Fundación no sabrá hasta esa fecha el número final de plazas necesarias.
Por último, la comisión ejecutiva aprobó ayer la adjudicación a Prosesa de la contrata del servicio de seguridad ante la renuncia de la anterior empresa, además de contratar con la firma Ramis Sastre el servicio de almacenaje.