0 MALLORCA: Leo Franco (3), Fernando Porto (2), Pep Lluís Martí (1), Ivo (0), Braña (1), Luque (1), Maldonado (0), Diego Tristán (1), Alyson (1), Vaqueriza (1) y Alvaro Novo (2).
Cambios: Valerón (1) por Alyson y Ramón (-) por Alvaro Novo.
0 MERIDA: Falagán (2), Cortés (1), Mariano (1), Sierra (1), Jaime (1), Braulio (1), Marcos (2), Sinval (2), Barata (0), Pablo Alfaro (0) y Carlos Abela (1).
Cambios: Leonardo (1) por Sierra y Bobadilla (1) por Braulio.
ARBITRO: Pino Zamorano (Colegio castellano-manchego. (1). Amonestó con la cartulina amarilla a los locales Pep Lluís Martí, Alvaro Novo, Braña y Valerón y a los visitantes Leonardo, Jaime, Mariano y Cortés.
INCIDENCIAS: 1.852 espectadores en las gradas del Sitjar.
El spiker del Mallorca-Extremadura anunciaba el pasado domingo el partido del filial de la siguiente forma: «Si no tienen nada que hacer, vengan a ver al Mallorca B». Y es que desplazarse el lunes hasta Es Fortí empieza a ser un acto de fe, de amor propio, un «hoy seguro que es mejor». Después de sobrevivir a Ourense o Compostela, cerca de dos mil valientes atendieron los consejos circenses que le llegaban desde el altavoz y se atrevieron con el Mérida. Al fin y al cabo, es el último partido en jornada laboral. Después de noventa minutos, decepción, tímidos silbidos y gestos de desaprobación (0-0).
Y es que el filial sigue mostrando los mismos síntomas enfermizos que le han llevado en algunas fases de la temporada a ingresar en la UVI. Adolece de falta de empaque y costura en el centro del campo, ofrece siempre rostros y linajes distintos en defensa y depende de alguna genialidad de Luque o Tristán, pero siempre por separado. Ahora ha sumado el toque y la elegancia de Alyson, pero Pons no contaba con su fragilidad física y su poca capacidad pulmonar. Y si el brasileño no responde, saca a Valerón. Claro que a los siete minutos de insertar al canario en la media punta sacó en su lugar a Ramón. ¿Cambio o despropósito táctico?. Nada comparable con la ubicación de Braña...
LO MEJOR: Leo Franco
LO PEOR: El juego