El club romano Lazio espera llevarse a sus vitrinas un trofeo europeo a costa del español Mallorca, ante la más que dudosa victoria en la Liga «más bella» del mundo, ahora en manos no sólo de los pupilos del sueco Eriksson sino también del Milán y el Perugia.
El empate con el Fiorentina de Trapattoni le privó de asegurarse la Liga italiana, y ahora deberá no sólo vencer al flamante campeón de la UEFA, el Parma, sino confiar en que el Perugia, acuciado por los tres puntos que le salven de bajar a Segunda, derrote a un Milán igualmente motivado ahora que tiene al alcance de la mano un título con el que ni soñaba a comienzos de temporada.
El primer objetivo, ahora, es ir a Birmingham para traerse la Recopa, un objetivo prioritario desde que la Liga se puso cuesta arriba, y luego pensar en el Parma, que no irá al Olímpico de Roma a regalar los puntos.
Frente al Mallorca, Eriksson cambiará al menos tres jugadores de los que empataron con el Fiorentina. Ante todo Paul Okon, a causa de una lesión en el tobillo derecho, agudizada por el esfuerzo de haber jugado hasta el último minuto. Esto por razones de salud. Por motivos técnicos parecen descartados Lombardo y tal vez Pancaro.
Mihailovic cubriría el centro del campo. El dolor en una rodilla no reviste ningún tipo de problemas. Mientras, Nedved cubriría el puesto de Lombardo. En defensa puede volver Favalli, en el banquillo los tres últimos encuentros. Salas demostró en Florencia no encontrarse en el mejor de sus momentos, por lo que se da por descontado que de salida Vieri formará pareja con Mancini.