El Atlético Baleares sigue en la sombra, en una oposición municipal que le ha marginado con el paso de los lustros. Hastiado de recibir muchos golpes y pocos guiños, el club de la Vía de Cintura ha explotado con la ayuda que la Universiada va a tributar a los seguidores del Real Mallorca para el desplazamiento a Birmingham. Miguel Àngel Gómez, máximo mandatario de la entidad blanquiazul, manifestaba ayer que «estamos molestos porque se está utilizando dinero público para subvencionar un viaje a aficionados que apoyan a una sociedad anónima. Mientras a ellos les dan 10.000 pesetas por persona, a nosotros no nos arreglan ni las redes del Anexo del Estadi Balear», significaba el presidente de la entidad.
Gómez señalaba que «la Universiada siempre nos ha dado la espalda. Hubo negociaciones con la junta pro-campo para utilizar el Estadi Balear durante los juegos, pero nunca contactaron con nosotros. Sabemos que las circunstancias son distintas, que los aficionados viajarán por Europa, pero este papel de promoción turística le corresponde a empresarios que estén vinculados con la hostelería, no a una entidad pública», agregaba el presidente.
Miguel Àngel Gómez iba más allá y apelaba a la incoherencia del gesto de la Universiada: «esto no tiene ni pies ni cabeza, porque todos pagamos nuestros impuestos y no tenemos porqué subvencionar una iniciativa de este tipo. Supongo que habrá aficionados a la pesca a los que no les habrá hecho ninguna gracia la noticia», ironizaba el presidente.