Sólo el Constància duerme tranquilo. Después de cantar el alirón hace dos semanas, el equipo de Inca transita por la recta final del campeonato sin más aliciente que engrosar puntos en un viaje a ningún sitio. Con la plaza para disputar la liguilla de ascenso asegurada, el cuadro de Nico López aspira ahora a exhibir maneras de líder, aunque esta jornada se tomará un merecido descanso.
La tranquilidad del líder es un privilegio que nadie más se puede permitir. Un total de cinco equipos "Manacor, Ferriolense, Poblense, Atlético Baleares y Vilafranca" pugnan a codazos por colocarse correctamente en el sprint final y alcanzar una de las tres plazas que dan derecho a seguir soñando con la Segunda B. Otra intensa pugna, pero por un motivo bien distinto, será la que mantendrán desde ahora los inquilinos del sur de la clasificación. Con el Ferreries fuera de combate y el Arenal al borde del precipicio, Arenal, Soledad y Pollença tratarán de agarrarse con uñas y dientes a la tabla de salvación en los últimos encuentros de la temporada. Empieza por tanto un tramo decisivo donde los fallos ya no se pagan con puntos, sino con la misma vida.