La historia reclama de nuevo al grupo de Cúper. Sin antecedentes y un currículum desierto de gestas continentales, el Mallorca acaricia las semifinales de la Recopa en su primer trayecto europeo, un logro habitualmente imputable a la flor y nata futbolística y que el conjunto balear tiene al alcance de su mano. Pese a los esfuerzos de Cúper por agrandar la figura del rival, el Varteks apenas asusta. La humildad es su bandera y su nómina de jugadores es anónima. Sólo un guardameta llamado Mrmic y un veterano mediapunta apellidado Munlet aparecen subrayados en los informes y eso es poco armamento para tumbar al Mallorca en una eliminatoria a doble partido y con un botín tan tentador como una semifinal europea.
El equipo insular parte con la premisa de inclinar el cruce cuanto antes. El Varteks, vigente campeón de la Copa de Croacia y que actualmente se encuentra en la séptima posición de la tabla clasificatoria de la Liga croata, contará con el apoyo de ocho mil hinchas "su estadio no tiene capacidad para más" y la motivación que siempre supone para cualquier equipo enfrentarse a un rival de mayor rango y que en este caso representa a una de las mejores ligas del mundo.
Pese al aparente desequilibrio que emite la eliminatoria, Hector Cúper, no quiere que sus jugadores se confíen y menos después de haber visto un vídeo del partido que el Varteks disputó el pasado viernes contra el Croacia de Zagreb, equipo en el que milita Robert Prosinecki, y en el que los jugadores de Drazen Besek "compagina las funciones de entrenador con las de jugador" ganaron al líder croata (2-0).