Con lo justo y obligado a meter el cuero en la red. Mallorca se reencuentra con la Copa en Riazor avalado por la rehabilitación que ha sufrido su fútbol y condicionado por la herencia que dejó el pacto de Songo'o con la madera (1-1). Es indudable, Deportivo A Coruña parte con ventaja porque puede permitirse la licencia de acceder a semifinales sin alterar el marcador y además juega en casa. El grupo de Cúper es consciente de que la eliminatoria se ha inclinado unos grados y que volverá a verse las caras con un equipo que amalgama talento, agresividad y orden, pero también se ha apresurado a recordar que noventa minutos son un buen puñado de minutos.
El Deportivo, enrachado también en la competición doméstica, cuenta con la baja del portugués Helder, a la que se suma la del lateral derecho Scaloni con una distensión en el ligamento lateral interno de su pierna derecha, cuyo puesto será ocupado probablemente por Armando. Por su parte, el ex mallorquinista Enrique Romero será duda hasta última hora por un esguince de tobillo y de no jugar el lateral izquierdo lo ocuparía el francés Bonnissel. Además, el franco-marroquí Hadji no estará disposición de Irureta porque ha viajado a Marruecos mientras Naybet y Nasir lo harán el jueves, como había acordado el Deportivo con la Federación marroquí.