El Constancia es un líder cauto. Sus 63 puntos, una cifra insultante para quien la observa desde atrás, no han mermado su alto sentido de la previsión y esta semana ha sido la directiva la que ha jugado bien fichando al centrocampista Vicenç Sacarés. Hastiado de los malos tratos que le propinó el Castellón, el murer ha vuelto a casa con varias ofertas en la bolsa de viaje. Sacarés pudo haberse ido al Poblense y al Atlético Baleares, pero prefirió el proyecto de Nico López, a cuya disciplina ya se ha incorporado aunque es probable que no juegue hasta la próxima semana.
El equipo blanquiazul vive días tormentosos y prefiere olvidar que le separan tantos puntos del líder como del descenso. Como los problemas nunca vienen de uno en uno, el equipo de Miguel Crespí disputa esta semana un partido tras el que puede haber movimiento en la tabla. El Poblense aparcará en la Vía de Cintura la frustrante sensación que le dejó su empate con mal juego en casa ante el Ferriolense y será un peligroso invitado para una casa en crisis.
Consciente de que ni el Barcelona pillaría ya a un Constancia perdido en el horizonte, el Manacor está más preocupado con defender su segunda posición que con mejorarla y mañana se enfrentará al Atlético Ciutadella con la ventaja (o no) de saber qué ha hecho el Ferriolense, su principal preocupación, que juega hoy contra el Playas.