Ha defendido siempre Sigmund Freud "padre del psicoanálisis" que su método basado en la conversación es equiparable a cualquier técnica terapéutica. De hecho, el médico de origen austríaco advierte en una de sus numerosas publicaciones que formulando preguntas y analizando las respuestas pueden llegar a conocerse muchísimos rasgos de la personalidad y comportamiento del encuestado "algo obvio", pero añade que dentro de un contexto adecuado el efecto puede ser inverso y ser el preguntador quien quede al desnudo. Lejos de cualquier ejercicio freudiano, esta redacción propuso Pep Miquel Arbúcies y a José Luis Oliete abandonar por unas horas el banquillo de madera, tomar la pluma y el papel y entrevistarse mútuamente en plena cuenta atrás del duelo que mantendrán el viernes en el Palau d'Esports. Arbúcies, preparador del Bàsquet Inca, lanzó diez preguntas a su honónimo del Menorca Bàsquet y respondió a otras diez pensadas por el técnico que habita en la isla vecina. Oliete hizo lo propio.
El resultado aparece en estas dos páginas. Mucho respeto, un buen puñado de cortesía y algunas dosis de ironía son lo que desprende el contenido de la entrevista que Arbúcies ha efectuado a Oliete y la que Oliete ha realizado a Arbúcies. Quizás los estudiosos de Freud puedan llegar un poco más lejos.