El holandés Jeroen Blijlevens, un afamado velocista ganador de varias etapas en el Tour de Francia, volvió, tres años después a lograr el primer triunfo de etapa de la Challenge Vuelta a Mallorca. En aquella ocasión su victoria la fraguó en las avenidas palmesanas; anteriormente, la edición del 95, ya había logrado su primera victoria como profesional en Cala Millor.
Jeroen Blijlevens batió en el rush final al belga Tom Steels y al italiano Mario Cipollini, que llegaba a Palma a primeras horas de la mañana procedente de Euskadi, donde disputó un duelo de tres pruebas con Abraham Olano.
Blijlevens recordaba aquellas primeras pedaleadas triunfales en Mallorca: «era neoprofesional y fue un triunfo que posteriormente me daría mucha confianza para convencerme de que podía codearme con los mejores sprinters del pelotón internacional».
El holandés daba más valor a su victoria al haber batido al gran dominador de las volattas, Mario Cipollini: «cuando estoy en forma puedo ganar a cualquiera, como lo he demostrado batiéndoles varias ocasiones en el Tour de Francia. En las llegadas masivas, aparte del estado de forma, cuenta mucho tanto la colocación como el trabajo de equipo y la suerte».