De flirtear con el despido a coleccionar elogios. Dos partidos despues Michael Jennings es intocable. El cuerpo técnico del Bàsquet Inca así lo ha decidido y el argumento es simple: rendimiento. El base estadounidense ha aparcado las dudas que había generado su baloncesto prácticamente desde que llegó a la Isla y su continuidad parece estar garantizada. De hecho, Pep Miquel Arbúcies ha descartado la contratación de un jugador interior que ocupe plaza de extranjero y desde hace varios días el cuerpo técnico maneja una lista en la que sólo aparecen nombres y apellidos de jugadores nacionales y comunitarios.
El jugador ha expresado en sus círculos más íntimos que el despido de Jaume Ventura ha originado un cambio importante en el equipo y que él se siente mucho más a gusto porque existe un patrón de juego y la anarquía absoluta ya forma parte del pasado. De hecho y pese a la breve estancia que acumula Arbúcies en el banquillo inquense, Jennings se ha destapado como un gran defensor. En Alicante, en varias secuencias del partido, se encargó de frenar a Antonio Smith y cumplió con buena nota. Ante el Sondeos del Norte volvió a dejar claro que es un jugador que también puede realizar trabajos específicos cuando el rival tiene la posesión del balón.
En ataque Michael Jennings ha evidenciado que tiene problemas para asumir la dirección del equipo "le faltan dotes de mando", aunque también ha exhibido su juego más clarividente.
Adams, entre los mejores
Thomas Adams aparece de nuevo entre los jugadores más destacados de
la jornada. El alero estadounidense completó un buen partido ante
el Sondeos del Norte, en el que obtuvo una valoración estadística
total de 27 puntos y como sucediera tras el encuentro que disputó
el Bàsquet Inca en Alicante, su nombre ha sido incluído por la
Federación Española de Baloncesto (FEB) en el «Top 10». Como viene
siendo habitual, Russell Millard, jugador del Menorca Bàsquet,
también está entre los elegidos. Millard se ha convertido en uno de
los jugadores más determinantes de la categoría y su estancia en la
Liga LEB se presume efímera.