No habrá final entre Corretja y Moyá. Sin duda la gran sorpresa de la jornada fue la eliminación del jugador mallorquín, uno de los favoritos de cara a la victoria final y más aún después de la ausencia del número 1 del mundo, el estadounidense Pete Sampras, y del abandono ayer, por lesión, del chileno Marcelo Ríos y el croata Goran Ivanisevic.
En España, al igual que los propios jugadores, rivales y sin embargo amigos, se soñaba con una nueva final entre el campeón de Roland Garrós y el «maestro» Alex Corretja, pero la cita en un Grand Slam deberá quedar aplazada al menos hasta los Internacionales de Francia.
Moyà cayó derrotado ante el número 37 del mundo, el alemán Nicolas Kiefer, en cuatro sets. El tenista español se adjudicó, no sin dificultades, la primera manga en el tie-break. Sin embargo, y a pesar de un partido muy disputado, la victoria finalmente cayó del lado del jugador germano.
Por su parte, Oscar Serrano, que sustituía en el torneo a Marcelo Ríos después de que éste abandonara, presentó una dura batalla al italiano Gianluca Pozzi, que necesitó cuatro mangas para derrotarle, tras perder el primer set y verse obligado a disputar el tercero en la «muerte súbita».
«No he jugado bien»
Carlos Moyá se mostraba decepcionado tras la derrota y manifestaba
que «he perdido una buena oportunidad de superar la primera ronda y
de alcanzar el número 1 del ránking». El tenista mallorquín
señalaba que «no he jugado bien y Kiefer ha estado muy afortunado a
partir del segundo set. No me encontraba con confianza y no he
podido arriesgar, porque cada golpe que daba era un error. El ha
estado muy acertado en la cuarta manga, le entraba todo y se ha
adjudicado el partido. Pero no pasa nada, hay que asumirlo y seguir
con la cabeza alta».
El balear se refería a los problemas físicos que ha arrastrado desde su llegada a tierras australianas: «durante la semana noté que no estaba bien, porque cogí un virus al llegar. Sin embargo, confiaba en superar el primer partido e ir cogiendo moral poco a poco».