El Bàsquet Inca volvió a bordar el ridículo en su vuelta a la competición después del paréntesis navideño. La incorporación del nuevo americano Adams no sirvió para que el equipo encontrara el nivel de juego exigido en esta competición y al final se bordo el ridículo ante un equipo que llegó a Mallorca con la ausencia de su principal referencia ofensiva Erich Cuthrell, en el que fue infinitamente superior a un equipo sin patrón, anímicamente roto y que tiene todos los números para volver a convertirse en el peor equipo de la categoría.
El Ferrol jugó un partido inteligente, consciente de su superioridad bajo los tableros, donde Baker fue el auténtico amo, otorgó una gran velocidad a sus transiciones y al término del primer tiempo el partido estaba practicamente sentenciado a favor de los gallegos. Ventura puso en manos de Arcadi Figueras la dirección del equipo, y el jugador catalán dejó claro que no está capacitado para estos menesteres. El resultado al descanso fue un marcador de 28-48 para los visitantes.
En la reanudación no varió en exceso la tónica del partido. El Ferrol aprovechó su extraordinaria renta para dar descanso a sus jugadores más destacados Becker y Manolo Aller, circunstancia que restó poderío a su ataque y también a su defensa. El Bàsquet Inca aprovechó esta situación para reducir la ventaja del rival, pero nunca consiguió bajar los diez puntos.
La hinchada volvió a expresar su malestar hacia el trabajo del técnico Jaume Ventura, que se marchó a vestuarios con la cabeza baja y entre los muchos abucheos de la parroquia. La directiva inquense se reunió de firma urgente para valorar la destitución del preparador catalán.