No hace tantos meses un grupo de jugadores elegantemente trajeados exhibían con orgullo desde uno de los balcones del ayuntamiento de Inca un objeto metálico que les acreditaba subcampeones de la II Copa Príncipe de Asturias. Acababan de llegar de Pineda y el repaso del Fuenlabrada en la finalísima no evitó celebración alguna. Bàsquet Inca había acariciado la gloria, pero su estancia entre los mejores resultó efímero. Cerraba el año elucubrando en torno a un futuro exitoso, pero la realidad resultó diametralmente opuesta.
El equipo abrió el 98 encadenando ocho derrotas consecutivas, bagaje que le apeó de los playoffs y le convirtió en el peor equipo de la liga. Jaume Ventura, que pese a todo fue renovado, rediseñó el equipo, pero el Inca no se ha despojado de este estigma perdedor al que se abrazó tras la Copa de Pineda. La competición del K.O. se ha trasladado ahora a Alicante y el Menorca Bàsquet ha tomado el relevo mallorquín. Corren buenos tiempos en Maó y soplan vientos cargados de pesimismo en Inca.
La cita alicantina, a excepción del anfitrión Lucentum que sigue inmerso en una crisis supina, ha reunido a los equipos más en forma de la Liga LEB. Además del Menorca Bàsquet, ahí estarán Círculo Badajoz, Breogán Universidade, Tenerife Canarias, Cabitel Gijón, Melilla Caja Rural y el Orense de Guillem Coll.
Se aplicarán las nuevas reglas
La Federación Española ha decidido experimentar en la tercera
edición de la Copa Príncipe de Asturias y se aplicarán las nuevas
normas aprobadas recientemente por la FIBA. El tiempo de posesión
será de 24 segundos y los equipos dispondrá de ocho segundos para
pasar de un campo a otro. La aplicación de estas reglas no ha sido
bien acogida por los técnicos de los equipos participantes.