El Real Mallorca reforzó su liderato en La Romareda, en donde se impuso por 0-1, en un partido que siempre tuvo controlado y en el que dejó sin ideas a un Zaragoza que volvió a demostrar sus carencias cuando juega en su estadio, tal y como ocurrió la pasada temporada.
La salida del Real Mallorca al campo evidenció que el conjunto de Héctor Cúper iba a buscar el triunfo y que no se iba a conformar solamente con un empate. El conjunto balear, tremendamente ordenado y disciplinado, dominó inicialmente el encuentro, frente a un Zaragoza mal colocado sobre el terreno de juego y que iba constantemente detrás del balón que era posesión de los visitantes. En el minuto 10 se produjo una gran ocasión de Milosevic para el equipo maño, que abortó Roa con una excelente parada, y que equilibró algo el encuentro, pero más por corazón local que por buen juego o ideas futbolísticas.
El conjunto mallorquín aprovechó los grandes problemas del Zaragoza en las jugadas de estrategia para adelantarse en el marcador en el minuto 19, con un gol de Marcelino, que en una falta rozó ligeramente el balón y dejó parada a toda la defensa y al portero.