Los deportistas mallorquines Alba Torrens, Sete Benavides y Marcus Cooper han sido recibidos la tarde de este martes por un nutrido grupo de familiares, amigos y admiradores en el aeropuerto de Son Sant Joan tras su destacada participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Más de un centenar de personas se han dado cita en el aeropuerto palmesano alrededor de las 17.30 de la tarde para dar la bienvenida a los dos primeros deportistas. La de Binissalem, ganadora de la medalla de plata con la selección de baloncesto, a la que sólo pudo frenar la todopoderosa EEUU en la gran final.
Por su parte, el de Pollença ha visto como un grupo de más de 50 personas se ha desplazado desde la localidad natal para felicitarlo por su gran actuación en la categoría C1 200 de piragüismo, donde sólo unas centésimas le separaron de la medalla de bronce.
Especialmente emotivo ha sido el momento en que el abuelo de Torrens se ha acercado a la jugadora de baloncesto para colocarle al cuello la medalla de plata conseguida en Río.
El jugador de la selección de baloncesto masculino Rudy Férnandez, que se colgó la medalla de bronce tras superar a Austràlia, ha llegado al mismo tiempo que Torrens y Benavides, aunque ha preferido abandonar el aeropuerto de forma más discreta.
Un poco más tarde, alrededor de las 20.30 horas, ha sido el turno del piragüista Marcus Cooper Walz y su flamante medalla de oro conseguida en la prueba de K1 1000 metros. Casi un centenar de personas se ha congregado en el aeropuerto palmesano para felicitar al joven palista, fotografiarse con el y pedirle algunos autógrafos.