El sudafricano Wayde van Niekerk, campeón mundial de 400 metros, borró de las listas el viejo récord mundial del estadounidense Michael Johnson al ganar la final olímpica con un tiempo de 43.03 con una gran exhibición en la recta.
Van Niekerk rebajó en 15 centésimas la plusmarca mundial anterior, establecida por el estadounidense Michael Johnson el 26 de agosto de 1999 en la final de los Mundiales de Sevilla.
La medalla de plata ha sido para el granadense Kirani James, campeón olímpico anterior, con 43.76, y la de bronce para el estadounidense LaShawn Merritt, campeón olímpico en Pekín 2008, con 43.85.
Antes de los Mundiales de Pekín 2015 jamás tres atletas habían bajado de 44 segundos en la misma carrera de 400 metros. Wayde van Niekerk, abanderado de Sudafrica en Río, encabezó aquella terna ilustre con una marca de 43.48 -cuarta mejor de la historia-, pero a Río venía como tercero del ránking mundial.
Le precedían en la lista Merritt, de 30 años, campeón olímpico en 2008 y el único que había bajado de los 44 este año (43.47 en los trials de EEUU) y también el último campeón olímpico, Kirani James (44.02).
Sin embargo, el sudafricano había ofrecido una gran impresión al ganar en Roma y Mónaco, la última con 44.12 hace dos semanas, y en la hora suprema de la lucha por la corona exhibió una gran superioridad sobre sus adversarios.
Merrit, que le debía una a Van Niekerk, por su derrota en el Mundial de Pekín 2015, salió como un cohete y llego a la recta ligeramente en cabeza, pero el sudafricano progresó imperial por la calle ocho, alejándose cada vez más de sus rivales en pos de la victoria, adornada con la plusmarca mundial.
El trinitense Machel Cedenio, campeón mundial sub-20, llegó cuarto con 44.01.
Las semifinales, con un sistema de calificación muy peligroso (sólo los dos primeros de cada serie) habían dejado fuera al subcampeón olímpico de Londres, el dominicano Luguelín Santos, y al campeón mundial en sala del 2012, el costarricense Nery Brenes.