Durante las pruebas de natación de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, está siendo habitual ver a algunos nadadores olímpicos, como Mireia Belmonte o Michael Phelps, llevar dos gorros, uno encima del otro. Muchos seguidores se han preguntado por qué llevan esta doble protección.
La explicación reside en dos cuestiones concretas. La primera de ellas tiene que ver con una mayor sujeción de las gafas. Así, los deportistas se ponen un primer gorro, después se colocan las gafas y por último el segundo gorro. Así, es bastante más difícil que las lentes se muevan.
La otra cuestión viene relacionada con reducir el rozamiento del agua. Así, el primero de los gorros que se ponen es de látex que se agarra más a la cabeza, pero suele dejar arrugas. El segundo es de silicona y no se arruga tanto. «El límite exterior de silicona ayuda a mantener mejor la forma, y no se arruga tanto, lo que provoca menos resistencia», declaró el entrenador estadounidense Dave Salo.
Medicina alternativa
Otra de las cuestiones que está causando una gran expectación son los círculo rojos que algunos deportistas presentan en su cuerpo. Se trata de una técnica milenaria conocida con el nombre de ventosaterapia, que mejora la circulación sanguínea a través de la colocación de ventosas calientes.