Ha sido un camino tortuoso en muchos instantes, al borde del histrionismo y exacerbante durante otros interminables minutos. Pero España al fin se ha puesto las pilas y con dos toques de gracia ha borrado del mapa en el momento decisivo a Francia y Rusia, Ahora presenta su candidatura definitiva al olimpo. La victoria de ayer es otra gesta épica (67-59).
Menorca hace historia en Londres gracias a Sergio Llull y ya cuenta con un medallista olímpico. Una plata como mínimo. Antonio Vela, Diodoro Pons, Fernando Rita, Teresa Pulido, Bet Salom y Albert Torres soñaron, seguro, cada uno en su momento, con colgarse una presea pero el primero en conseguirlo será el base del Real Madrid: el mejor deportista que ha dado la Isla nunca, sin discusión.
El de maó ha tenido un papel relevante en la consecución de este éxito para el grupo de Scariolo. Ante Francia Llull irrumpió realmente por primera vez en la pista con la personalidad que le ha convertido en el mejor base de la ACB. Llegó y avisó que pedía turno para quedarse. Por eso España volvió a tirar de su defensa ante Rusia para tomar impulso. El obrero de la selección apuntaló el lustre de Calderón, Gasol y Rudy para situar a todo un país en su tercera final olímpica en baloncesto.
EEUU será el rival en la final tras derrotar anoche a Argentina con holgura (83-109) y cumplir con el guión que le sitúa como la gran favorita al oro. Mañana la España de una generación de baloncestistas irrepetible tiene la oportunidad de convertirse en mito. Aunque si cede habrá hecho igualmente historia y Llull también.