«Los de Londres serán mis Juegos». Con esa frase cerraba Melanie Costa Schmid (Palma, 1989) su concurso en Pekín 2008. Su juventud y falta de experiencia en grandes citas absolutas le permitieron extraer conclusiones positivas que hoy, cuatro años después, le permiten ser una de las firmes aspirantes a meterse en la final de los 400 libre. Y antecedentes no le faltan, pues en los pasado Mundiales de Shanghái, la ahora nadadora de La Salle Palma conseguía estar entre las ocho mejores y entrar en los anales del deporte isleño. Doce meses después de su gesta, llega la reválida de los Juegos. Un palmarés nacional y continental abultado, en especial en piscina corta; una enriquecedora experiencia en Estados Unidos (Universidad de Florida) y, por encima de todo, la madurez adquirida, permiten a la alumna aventajada de Rafa Huete y ahora pupila de Jordi Murió ser ya una de las referencias del equipo español.
Serán unos Juegos los de Londres cargados de trabajo para Melanie. En total, serán cuatro pruebas las que tiene previsto nadar (200 y 400 libre y los relevos 4x200 libre y 4x100 estilos), pese a tener mínima y ser reserva en el 800 también, aunque hoy afronta uno de los tests más exigentes que se le plantea. Llegan los 400 libre, y con ellos, la exigencia de mantener las prestaciones y los números de Shanghai. Melanie se presenta con una marca a tener en cuenta, aunque la competencia por estar en la final de la tarde será feroz. «Yo voy a darlo todo para estar en la final. No hay competición como unos Juegos Olímpicos y eso es motivación suficiente, además de estar peleando con las mejores del mundo», recuerda Costa, que contará en la grada con el apoyo de su madre y llega «con el trabajo bien hecho y la ilusión» como armas para hacer historia ampliar su hoja de servicios.
La cita será a partir de las 12:49 (hora española, una menos en Londres), en la quinta y última serie clasificatoria. Melanie nadará por la calle siete y en su manga tendrá que plantar cara a la estadounidense Allison Schmitt y la francesa Camille Muffat, esta última autora de la mejor marca clasificatoria para los Juegos (4:01.13). Melanie comparece con un registro de 4:06.83 que intentará mejorar, luchando por la plusmarca nacional y desbancar también a otras oponentes que nadarán otras series y que tienen mucho que decir. Es el caso de la italiana Federica Pellegrini y la británica Rebecca Adlington, una habitual del BEST Centre de la Colònia de Sant Jordi que, espoleada por su público, es la gran favorita para el oro. Junto a Melanie, la representación española también la formarán la mediática Mireia Belmonte y Érika Villaécija. «Haré mi serie lo mejor que pueday después veremos si llego o no a la final. Por trabajo y ganas no será», recuerda Costa, que sin apenas tiempo para digerir el resultado de los 400 libre tendrá que cambiar el chip pensando en los 200, que nadará en la mañana del lunes, y en los que ya tiene experiencia olímpica tras su participación en Pekín 2008, donde se quedó en las preliminares, aunque en el Mundial de Shanghai se plantó en semifinales.
Hoy es el día que Melanie lleva cuatro años esperando, y en ella se depositan las esperanzas de la natación pura mallorquina y balear, que ha encontrado en ella a un referente de entidad en la selección olímpica.