Los seguidores ingleses no se movieron de su zona de veraneo habitual en Magalluf para intentar empujar a su selección, que se clasificó para los cuartos de final en la tanda de penaltis.
Desde un primer momento vivieron el partido con intensidad y emoción, celebrando el primer gol de Inglaterra. Una euforia que se enfrió tras el empate.
Los nervios aumentaban hasta llegar a la tanda de penaltis. Inglaterra logró su pase y estalló el júbilo y la fiesta en Magaluf, donde los turistas ingleses celebraron el pase a cuartos durante toda la noche.