Julen Lopetegui ya es historia. Con el Mundial llamando a la puerta, el técnico guipuzcoano ha sido despedido por una simple cuestión de lealtad y ética, dos aspectos a los que no se puede renunciar para liderar a La Roja. Metido en una compleja disyuntiva, Luis Rubiales se ha decidido por el camino más complicado, pero también el más recto.
La decisión del nuevo presidente de la RFEF es traumática, pero la yoidad de Lopetegui merecía una respuesta enérgica y contundente. En esta historica, el exseleccionador ha contado con la complicidad del Real Madrid, que cinco minutos antes de hacer público su acuerdo con Lopetegui informó a la Española de Fútbol.
La actuación de Lopetegui y del Real Madrid es totalmente lícita, pero España no podía permitirse a un entrenador cuya labor estaba abocada a generar todo tipo de suspicacias. Ni tampoco a un líder que prioriza sus intereses a los del grupo.
Fernando Hierro es el hombre elegido para dirigir a España en Rusia 2018. Su reto es mayúsculo, aunque no quedaba otra. Suerte.