Japón pudo tomarse este jueves la revancha de lo acontecido el año pasado en los Juegos de Tokio 2020 (aplazados un año a causa de la pandemia del covid-19), cuando España la dejó fuera de la final olímpica; y derrotó, en el estadio Al Khalifa de Al Rayyan, a la Roja, que se llevó un buen susto, pero pasó a octavos como segunda de grupo. España y Japón se enfrentaban, con sus selecciones absolutas, por segunda vez en toda su historia. La anterior, hace 21 años, fue un amistoso, disputado en el cordobés estadio de El Arcángel y resuelto a favor hispano gracias a un gol de Rubén Baraja. Esta vez había muchísimo más en juego: el pase a unos octavos de final en un Mundial.
La única referencia válida era la semifinal olímpica del pasado mes de julio. En Kobe, España alcanzó la final -que acabaría perdiendo ante Brasil- después de eliminar en la semifinal a Japón (que perdió el bronce en favor de México); en un partido que se resolvió, gracias a un gol de Marco Asensio en la prórroga. Japón se había tomado muy en serio su condición de anfitriona y en el equipo olímpico nipón figuraban doce de los actuales mundialistas, entre ellos su capitán, Maya Yoshida, del Schalke 04 alemán, que este jueves, al jugar contra España disputó su partido 125 como internacional con los samuráis azules.
En total fueron ocho los actuales mundialistas que formaron en el once nipón que se midió aquella noche de julio al equipo de Luis de la Fuente. Junto a Yoshida también saltaron al campo Hiroki Sakai, Takehiro Tomiyashu, Kou Itakura, Yuki Soma, Wataru Endo, Ritsu Doan y Take Kubo, de la Real Sociedad de San Sebastián. En el banquillo, sin intervenir, se quedaron ese día Daizen Maeda, Kaoru Mitoma, Ayase Ueda y Ao Tanaka, que el pasado lunes había declarado a Efe en la zona mixta de Al Sadd -donde Japón instaló su cuartel general deportivo en Qatar2022-, que "ganarle a España" iba a ser "difícil, pero no un milagro" y que Busquets era su futbolista español favorito.
"Lo veía jugar cuando yo era pequeño y me encantaba. Será un auténtico orgullo poder jugar contra él», añadió el delantero del Fortuna Düsseldorf. Que acertó, porque Japón ganó a España; de forma merecida. Y pudo ver hecho realidad su sueño, porque jugó contra el centrocampista del Barcelona y, además, fue el autor del segundo gol nipón. Concedido tras ser revisado por el VAR.
Aquella noche, en Kobe, Japón se adelantó, gracias a una asistencia de Kubo, que aprovecharía Doan -autor del empate ante Alemania, a la que después sentenció Takuma Asano (1-2), y de nuevo autor del tanto de la igualada (1-1) este jueves-, para batir a Unai Simón, titular este miércoles con la Roja en Al Rayyan. España reaccionó, sobre todo, gracias a la entrada de Pedri -pieza clave en los esquemas de Luis Enrique-; y empató el encuentro merced a un gol de Carlos Soler -que participó de la goleada contra Costa Rica- en el 82; forzando que el partido se fuese más allá de los 90 minutos reglamentarios.
En la prórroga, Marco Asensio, que había sustituido a Rafa Mir -y que en Qatar también marcó ante los ticos- metió a España en la final, en la que -tras el oro de Barcelona'92 (que ganó como jugador el actual seleccionador, Luis Enrique) y la plata de Sydney 2000- se proclamaría subcampeona y capturaría su tercera medalla olímpica en fútbol.
Dani Olmo -otro de los que marcó el primer día-, así como Pau Torres -titular este jueves- y Erik García -sin minutos aún en Qatar- son los otros tres mundialistas que participaron en la consecución de la plata olímpica en los Juegos de Tokio.
Y de entre los asiáticos que jugaron aquel día en Kobe, su seleccionador, Hajime Moriyasu, dio entrada en el once que saltó este jueves al estadio Khalifa -que albergó hace tres años el Mundial de atletismo- a Kubo, que fue el primero en avisar este jueves (m.3), a Itakura -al que le robó la cartera Morata en el primer gol y que vio tarjeta antes del descanso- y a Yoshida.
Yuto Nagatomo, en su cuarto mundial y en su partido número 141 con Japón, elevó a 13 su propio récord de participaciones mundialistas con los samuráis azules. Una plusmarca que quedará a batir, tras la derrota ante España; porque se antoja poco probable que él mismo aspire a ampliarla dentro de cuatro años, cuando tenga 40. El veterano defensa nipón fue sustituido tras el descanso, al igual que el realista Kubo, que le dejó su puesto a Doan, autor del 1-1.
Tanaka le dio la vuelta al marcador y España sufrió durante unos instantes, cuando, en el otro partido, Costa Rica había hecho lo propio -con goles de Tejeda y Vargas- después del gol inicial alemán de Gnabry. La Roja estaba, en esos momentos, fuera del Mundial.
El empate de Havertz situaba a España de nuevo en el torneo. Y el tercero, de nuevo de Havertz, daba cierta tranquilidad. Que aumentó con el cuarto, de Füllkrug. Japón se tomó la revancha con España y, además, le dio un buen susto, porque la hizo pensar en hacer las maletas. Los samuráis azules pasan como primeros de un grupo que se les complicó tras caer el pasado domingo -asimismo en Al Rayyan, pero en el estadio Ahmad Bin Ali- contra Costa Rica (0-1, gol de Fuller). España buscará el pase a cuartos el próximo martes, ante Marruecos; Japón lo hará un día antes, contra Croacia.