El piloto español Álex Rins (Honda) reconoció que el proceso de tres meses de recuperación de su lesión «fue duro», especialmente después de la operación, «cuando dejó de hacer efecto la epidural» y estuvo «todo el día llorando», aunque celebró que va «viendo la luz».
«Ha sido un gran parón que no entraba en mis planes y la evolución con la Honda se ha frenado por completo por el hecho de la lesión y de estar tantas carreras fuera. Han sido meses duros, pero vamos viendo la luz», indicó Rins en un adelanto del reportaje 'Álex Rins: Imparable' de DAZN.
En este programa, los aficionados conocerán todo el proceso de recuperación del '42', desde que sufriera una fuerte caída en Mugello el pasado mes de junio, cuando el catalán atravesaba un gran momento deportivo. «Tenía a Aleix (Espargaró) delante e hice un poco más de paso por curva, siendo un poco más agresivo con el gas y salí volando con la mala suerte de caer de rodillas», rememoró Rins sobre el accidente.
Esa doble rotura de tibia y peroné hicieron que se perdiera ocho Grandes Premios, aunque lo más duro fue «después» de la operación, cuando sintió «dolor». «Cuando dejó de hacer efecto la epidural, estuve todo el día llorando de dolor», recordó.
Además, la lesión, que le ha tenido apartado tres meses de los circuitos, no solo ha hecho que se pierda casi la mitad de la temporada, sino que ha tenido que posponer hasta su propia boda. «Alexandra (su novia) fue muy comprensiva, me dijo que, si queríamos, la aplazábamos sin problema. Tenía dos trajes a medida. ¡Cómo me iban a entrar!», bromeó.
Tras meses de trabajo con dobles sesiones diarias para recuperar de la mejor manera posible, poco a poco el pie fue mejorando y este viernes puedo correr en los libres del GP de Japón, ya que tenía «ansia» por volver. «Tienes ganas de que llegue ya», dijo.
Sin embargo, el doctor de la competición no le ha dado el apto para seguir en Motegi por el dolor que Rins siente todavía en su maltrecha pierna derecha, por lo que su vuelta a las carreras deberá esperar.