Se convirtió en uno de los circuitos más emblemáticos de toda Mallorca. Y en un escenario habitual del Campeonato de Motocross, que aterrizó en Muro durante muchos años, hasta que a mediados de la primera década de siglo, una serie de problemas burocráticos y una denuncia urbanística llevaron a su cierre provisional, dejando en el olvido a un Circuito Fora Vila cuya esencia y alma continuaron vivos de la mano de la persona que lo puso en pie, el carismático Pep Segura. Junto a sus hijos, Joan Pau, Pedro y Josep Maria, a quienes contagió su amor y pasión por el motociclismo, ha vuelto a abrir las puertas del recinto, historia silenciosa del motociclismo español y balear.
Entrenamientos y actividades del Club Fora Vila Muro y de la Segura 80 Academy han centrado por ahora la actividad del trazado, que ha visto rodar y volar a los mejores pilotos del pais y algunos del mundo. Ahora, enfoca sus miras a nuevos retos de futuro. La muestra es la Aventura Off Road II, que tendrá lugar este sábado 17 de junio en el circuito, de 10 a 19 horas y con vertificaciones a partir de las 8:30. Los interesados pueden inscribirse en el teléfono 690828123 o a través de la dirección de correo electrónico segura80racing@gmail.com.
El evento está destinado a todoterrenos, buggys y habrá diferentes niveles de dificultad: iniciación, medio y expertos. La cita contará, además, con la presencia de Sonia Ledesma, copiloto en el pasado Rally Dakar y campeona de España de Rallyes Todo Terreno. Toda una experta en este tipo de superfícies y vehículos que dará lustre a una actividad que pretende dar a conocer el Circuito Fora Vila y situarle de nuevo dentro del radio de acción del motor.
Superados muchos de los obstáculos que han tenido bloqueada la actividad en el Fora Vila, todavía falta un último empujón para poder completar esta singladura en la que los Segura nunca han dejado de tener esperanza. A base de tocar puertas en Govern, Consell de Mallorca y Ajuntament de Muro, el trazado vuelve a ver la luz tras mucho tiempo condenado a un ostracismo que choca con la presencia de miles de espectadores que lo llenaban cuando el nacional de motocross convertía a la Isla en la capital española de las dos ruedas, diecisiete años después de la última aparición del nacional de motocross por sus rampas, curvas y exigentes tramos.