El piloto español de MotoGP Augusto Fernández (KTM) recuerda que su llegada al Mundial «fue por una vía distinta a la tradicional» y que aunque su «ídolo» ha sido siempre el italiano Valentino Rossi, siempre ha querido «pilotar» como hace su compatriota Marc Márquez (Repsol Honda) y «copiar su estilo».
«Mi llegada a MotoGP fue por una vía distinta a la tradicional. Empecé en un 'parking' con 'Chicho' Lorenzo y no teníamos ningún objetivo de llegar a nada, simplemente me gustaban las motos. Fuimos ahí a probar y a aprender a ir en moto, pero 'Chicho', que es muy competitivo también, estaba muy enfocado en carreras y carreras. Vimos que se me daba bien y hasta ahora», relató Fernández en su paso por el espacio 'La Caja de DAZN'.
El piloto madrileño firmó el pasado domingo un brillante cuarto puesto en el Gran Premio de Francia y hasta el momento está teniendo un buen debut en la categoría 'reina' a la que ascendió tras ser campeón del mundo de Moto2 el año pasado.
«Sí que me siento piloto de MotoGP, pero estoy en un proceso de adaptación. He pasado de luchar por la victoria cada fin de semana a tratar de lograr buenas posiciones, me queda mucho trabajo», reconoció el de KTM.
Fernández no esconde que Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo, ha sido del que se ha «empapado más como piloto», pese su preferencia por Valentino Rossi. «Siempre he tenido a Valentino como ídolo, pero siempre he querido pilotar como Marc y desde que llegué he intentado copiar su estilo», confesó.
«Cuando termine mi carrera llena de éxitos en las motos, que todavía me queda mucho, me gustaría ir a la Fórmula 1, ese ha sido mi sueño como carrera perfecta, es un poco como ha hecho Valentino», aclaró al respecto.
Sobre su estatura, 1,80 metros que le convierten en el tercero más grande de la parrilla, admite que «la altura y el peso han llegado a ser una obsesión». «Los altos también tenemos nuestras ventajas y hay que aprovecharlas y sacar partido en vez de quejarnos siempre. Ahora, en MotoGP estoy más aliviado, pero siguen siendo más bajos que yo. Le pregunté a Pol (Espargaró) que cuanto pesaba, y le sacaba 10 kilos, así que no podía relajarme», comentó.