Los últimos héroes mallorquines del Dakar, Sonia Ledesma y Lorenzo Fluxá, pudieron conocer al fin al balear con más participaciones en la legendaria prueba. Toni Manresa, presente en el rally entre 2004 y 2008, quería felicitar en persona a quienes recogieron su testigo 15 años después. «Pensaba que no aparecería nadie más...», afirmaba feliz el de Santanyí, que participó en camiones y coches entre 2004 y 2008 y pudo compartir experiencias, recuerdos y amistades con sus sucesores en el palmarés de baleares en la cita, que Manresa disputó en África y Europa y Ledesma y Fluxá vivieron en Arabia Saudí.
«Poder competir y acabar tiene siempre un mérito enorme, y más en tu primera vez», recordaba Manresa, que relató ante la atenta mirada de Ledesma y Fluxá sus andanzas camino del Lago Rosa. Y puso en valor «lo que ha hecho Sonia, siendo la primer mujer, abriendo un camino». La necesidad de apoyos institucionales y privados para poder tomar la salida fue otro punto de encuentro entre pasado y presente de la historia balear del Dakar. Ahí volvió a emerger la ausencia de ayudas institucionales y se puso sobre la mesa un proyecto, una idea.
¿Un equipo 100% mallorquín en el Dakar 2024? Piloto, copiloto, mecánicos... Todo de la Isla. Una posibilidad que se puso sobre la mesa y empezará a moverse para intentar dar continuidad al sueño de Sonia, que ya tantea posibles colaboradores para estar de nuevo en la línea de salida. Fluxá lo tiene claro, y su objetivo es a tres años. Cumplió en 2023, pretende repetir el próximo y en 2025 lo quiere hacer junto a su hija Lisabel como copiloto.
Manresa bendijo esa propuesta, aunque todos saben que el camino será largo. «No hay tiempo que perder», aseguraba Toni, a la par que deseaban que esta vez sí, las instituciones den soporte a sus proyectos. Y más si se da forma a esta apuesta totalmente mallorquina, siguiendo los pasos de los pioneros: Emilio Rodríguez y Felipe Beltrán (2000). Ilusión sobra y el motor ya se ha puesto en marcha para Sonia y Lorenzo. Lo que era una tertulia de dakarianos acabó dibujando un libro de ruta que puede tener un final que pocos podían imaginar.