Superado y con nota el exigente test de Moto2, a Augusto Fernández se le presenta la oportunidad de ingresar en el selecto club de elegidos para formar parte de la parrilla de MotoGP en 2023. En una temporada de cambios y con el mercado a pleno rendimiento, el mallorquín fue la última pieza en cerrar su presencia en la cilindrada de referencia. Este martes, en el ya mágico trazado de Cheste, se subirá por primera vez a una máquina de MotoGP para tener sus primeras sensaciones a lomos de la KMT RC16 del GasGas Factory.
La estructura del Tech3, un clásico en la categoría, será la que abra las puertas de MotoGP a Augusto, que compartirá equipo y box con Pol Espargaró, siendo así dos los baleares en liza en la categoría en 2023, pues el lugar de su nuevo compañero lo ocupará en el Repsol Honda Joan Mir. Fernández será el décimo español en la parrilla de MotoGP en 2023, además del cuarto balear que consigue participar en la misma, tras Jorge Lorenzo, David Salom y Joan Mir.
Así, en 2023 y por tercera vez en la historia coincidirán dos mallorquines en la máxima categoría, después de que en su día lo hiciera Lorenzo con David Salom -de forma puntual, pues disputó dos carreras en 2012- y con el propio Joan Mir en 2019, en la que fue la última temporada del pentacampeón mundial en el certamen.
Un nuevo hito que sumar a la trayectoria del referente de Moto2 en 2022, que tiene garantizado el cartel de 'Rookie del Año' el próximo curso, pues será el único piloto debutante en la cilindrada reina, que ha centrado sus movimientos en renovaciones y cambios de equipos, a excepción de la llegada de Augusto Fernández, el solitario debutante que con veinticinco años se asegura así ese reconocimiento.