El piloto italiano de MotoGP Francesco Bagnaia (Ducati) afirmó este jueves que debe ser «inteligente» en el último Gran Premio de la temporada, que se disputa en Cheste, porque, aunque tiene la «mejor posición» -aventaja en 23 puntos a Fabio Quartararo (Yamaha)-, tiene que «rematar el trabajo».
«Tenemos que continuar empujando, hay que mostrarse inteligentes este fin de semana. Estamos en mejor posición, pero tenemos que rematar la labor. Así que, concretado al máximo para finalizar con el mejor resultado posible», comentó el máximo favorito a llevarse el título de la máxima categoría este año.
El italiano, de 25 años, llega como líder de la clasificación a la última carrera en el Circuit Ricardo Tormo con 258 puntos, por los 235 de Quartararo. Así, Bagnaia solo necesita sumar dos puntos (14º) para convertirse en campeón de MotoGP con Ducati, fábrica que lo logró por última vez en 2007, con Casey Stoner.
No obstante, el de Turín no piensa «demasiado» en la certeza de alzar el trofeo. «Primero hay que ganarlo y luego ya plantearse lo que implica. Mantengo los pies en la tierra. Ahora me centro en el objetivo principal», manifestó.
«Este circuito se nos da muy bien, este año la moto es muy competitiva. Pero MotoGP es una caja de sorpresas, puede ocurrir cualquier cosa. Intentaremos luchar por las mejores posiciones como siempre», apuntó sobre lo que espera del trazado valenciano.
En el circuito estará acompañado por el también transalpino Valentino Rossi, nueve veces campeón del mundo de motociclismo, ya que 'Pecco' salió de la academia del 'Doctor'. «Es algo fantástico que Valentino esté aquí, es muy positivo para todos los pilotos de su academia. Conoce al dedillo esta situación, sabe cómo me siento. Me ayudará como un 'coach', será de gran ayuda», agradeció un Bagnaia que reconoció que no quiso tocar el trofeo de campeón en la sesión de fotos previa al GP por «superstición italiana». «Le tengo un respeto impresionante», agregó.
El piloto de Ducati, que se ha subido en siete ocasiones al primer cajón del podio este año, recordó que fue en Sachsenring cuando se dio cuenta de que su potencial «era más alto de lo que estaba mostrando». «Lo sentí así y fue mejorando todo. Carrera a carrera nos fuimos acercando, a pesar del error de Japón, que no me afectó demasiado. Este año es la temporada en la que más cosas he aprendido, a mantener más la calma, a trabajar mejor... Ha sido una gran remontada, pero tenemos que rematar la labor», recalcó.
Enfrente estará un Quartararo con el que tuvo el primer duelo en 2015, en la carrera de Catar, en una prueba en la que «en la última vuelta», el francés le intentó adelantar. «Íbamos segundo y tercero. Nos tocamos, él fue quinto y yo último. En todas las peleas que hemos tenido ha habido contacto. Siempre había peleas sanas», rememoró.
«Fabio (Quartararo) es uno de los mejores frenadores y luego tiene una gran fortaleza mental, como lo que hizo en Malasia o Austria. En momentos así es un piloto increíble. Y compite con una moto que está por detrás de la Ducati. Era fácil perder la fe por el campeonato y aún está aquí, mentalmente es muy fuerte. Le diría que disfrute de esta carrera, es uno de los más grandes», añadió sobre el piloto de Yamaha.